Cómo afecta la salud de la madre en el desarrollo del bebé

Todos los embarazos implican un riesgo, desde que conoces el positivo hasta el nacimiento del bebé, tu cuerpo se fusiona con el suyo y todo aquello que repercute a tu salud puede afectar al desarrollo del bebé.

Algunas condiciones se desarrollan a partir del embarazo, otras ya se encuentran presentes en la madre antes de concebir, en estos casos, el embarazo es mucho más controlado desde la planificación del mismo o bien desde que se conoce el positivo.

Factores de riesgo que influyen en el bebé

Existen condiciones y riesgos que afectan a la evolución del desarrollo del bebé, que en la mayoría de los casos se controlan desde el inicio.

Algunas de las enfermedades crónicas o patologías previas al embarazo o que, en algunos casos, se desarrollan durante la gestación son:

Hipertensión arterial

Esta enfermedad se puede desarrollar durante el embarazo o ser crónica. En ambos casos debe de vigilarse ya que implica riesgos tanto para mamá como para el bebé.

Es importante comunicar a tu matrona una vez conoces que estás embarazada o bien a tu ginecólogo si estás en fase de búsqueda del bebé que padeces hipertensión crónica. Esto hace referencia a la presión arterial alta que comienza, que también puede desarrollarse antes de la semana 20 del embarazo, Esta patología puede derivar en una preeclampsia, que es un aumento repentino de la presión arterial después de la semana 20 de embarazo.

La preeclampsia, en general, ocurre en el último trimestre y puede provocar daños a algunos de sus órganos, como el hígado o el riñón. Los signos de estos daños pueden incluir proteína en la orina y presión arterial muy alta. La preeclampsia puede ser grave e incluso poner en riesgo la vida tanto de mamá como la de su bebé, entre ellos, el parto prematuro.

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Síndrome de ovario poliquístico

Este síndrome es una afección donde se identifican niveles muy elevados de hormonas (andrógenos). Se presentan en mayor grado en aquellas mujeres que sufren menstruaciones irregulares. Además, este síndrome aumenta el riesgo de sufrir diabetes gestacional, preeclampsia o parto prematuro espontáneo.

Enfermedades de la tiroides

La enfermedad de la tiroides es un grupo de trastornos que afecta la glándula tiroidea. La tiroides es una glándula pequeña en forma de mariposa en la parte delantera del cuello que produce dos hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas controlan cómo el organismo usa la energía, por lo que afectan la manera como trabajan casi todos los órganos en el cuerpo, incluso el corazón.

Durante los primeros 3 meses de embarazo, el bebé depende de la mamá y del suministro de la hormona tiroidea de la madre, que le llega a través de la placenta. Entorno a la semana 12, la tiroides del bebé empieza a funcionar por sí sola, pero no produce suficiente hormona tiroidea hasta las 18 a 20 semanas de embarazo. Esta hormona es muy importante, dado que es clave para el desarrollo normal del cerebro y del sistema nervioso del bebé.

Obesidad

Es importante antes de quedarse embarazada, si sufres de obesidad, intentar reducir la carga, ya que el sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de sufrir otras patologías durante la gestación como son la diabetes gestacional, la preeclampsia o el parto prematuro.

Cáncer

Los cánceres más comunes en el embarazo son el de mama, de cuello uterino, linfoma y melanoma. El cáncer raras veces afecta al feto y algunos tratamientos son seguros durante el embarazo.

¿Cómo afecta el estrés de la madre? ¿Y sus emociones?

No es todo la salud física, la salud mental también es importante para el desarrollo del bebé. Una mamá tranquila y segura, es mejor que una mamá altamente estresada.

El estrés afecta a nuestro día  a día ¿cómo no va afectar a nuestro embarazo? Por supuesto que sí. Saber, por ejemplo, que tu bebé nacerá con una enfermedad congénita (del corazón es la más común) puede incidir en desarrollo de estrés, ansiedad y depresión en la madre durante el embarazo.

Según los autores del estudio del Children’s National Hospital, de Washington D.C. (EE.UU.), subrayan la necesidad de un cribado universal para la angustia psicológica como parte rutinaria de la atención prenatal y tomar otras medidas para apoyar a las embarazadas estresadas y así proteger el cerebro en desarrollo de sus recién nacidos.

De hecho, el estrés incrementa considerablemente las posibilidades de tener un parto prematuro espontáneo ( antes de 37 semanas de embarazo) o que el bebé nazca con bajo peso (menos de 2.5 kilogramos). Además, pueden desarrollar problemas durante la infancia como distracción, hiperactividad o déficit de coordinación motora.

Es importante disfrutar de un embarazo libre de estrés, por ti y por tu bebé, solo vivirás este momento una vez en tu vida. La tecnología puede ayudarte a reducir el estrés, si padeces alguna enfermedad que pueda derivar en un parto prematuro, cuentas con el Test Quantus Prematurity que te dará el riesgo de que tener un parto prematuro espontáneo, aunque el resultado te de miedo, te librará del estrés de “no saber” y te ayudará a controlar y gestionar mejor tu embarazo y todas tus revisiones médicas .

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