Pruebas médicas en el tercer trimestre de embarazo

Tras los dos primeros trimestres, en la recta final del embarazo que corresponde al tercer trimestre de embarazo (semana 27 hasta el final del embarazo), también se continúan realizando controles médicos y determinadas pruebas que te detallamos a continuación.

Virus de la Hepatitis B y HBSAG

Entre la semana 33 y 37 de embarazo se realiza de nuevo este análisis, ya que el riesgo de transmisión, en caso de dar positivos los análisis, aumenta hasta el 70% con respecto a los trimestres anteriores. En caso de que la mujer de positivo en hepatitis, el bebé recibe inmunoglobulinas específicas en el momento del nacimiento para evitar que contraiga la enfermedad.

Virus de la hepatitis C

Este análisis se realiza para verificar que la embarazada tiene los anticuerpos necesarios contra el virus de la hepatitis C. En caso de que el análisis de positivo se realice la dosificación del genoma del virus (VHC RNA), para ver si, además de los anticuerpos, el virus está activo. En función de los resultados de este análisis se valorará si la mamá puede o no realizar la lactancia materna. 

Cultivo vaginal y rectal

Para detectar la presencia de Streptococcus agalactiae (también conocido como estreptococo del grupo B) se realiza la analítica entre la semana 35 y 36 de embarazo. Esta bacteria puede localizarse en la vagina y el recto de la mujer, sin que la mujer tenga síntomas asociados. En caso de dar un análisis positivo, se recetarán antibióticos durante el pato, es la mejor forma de evitar transmitir la infección al bebé durante el parto. 

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Pruebas de coagulación

Este punto es muy importante, ya que detecta los niveles de coagulación de la mamá, es una prueba imprescindible, para evitar cualquier problema de hemorragia durante el parto  y confirmar si se puede aplicar anestesia epidural. 

Controles cardiotocográficos

Estas pruebas se conocen comúnmente como “monitores” o “correas”, son controles que se realizan a partir de la semana 37 de embarazo y de forma médica se conocen como controles cardiotocográficos. En estas pruebas, se controla la frecuencia cardiaca del bebé y la presencia de las primeras contracciones uterinas, que dan pistas de si el parto está cerca. En muchas ocasiones, la embarazada llega a monitores y se queda a dar a luz, ya que está con contracciones uterinas y con una dilatación adecuada.

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