Semana 20 de embarazo
La semana 20 de embarazo es muy importante para ti. Es el momento donde se realizan las pruebas ginecológicas más relevantes.
El bebé tiene un peso de alrededor de 300 gramos y mide aproximadamente 16,4 centímetros, a partir de ahora, el peso del bebé aumentará más de diez veces y llegará a medir el doble de lo que mide en estos momentos.
Además, ya notarás sus pataditas o estarás a punto de notarlas, esas primeras burbujas en tu vientre, es el bebé que se mueve de un lado al otro y al tener menos espacio lo notas más.
¿Qué pasa en la semana 20 de embarazo?
En la semana 20 de embarazo, el bebé comienza a experimentar sus primeras emociones, todo el estrés o cambios de humor que sufres, así como tus sensaciones, las percibe el bebé.
También comienza a escuchar sonidos, sobretodo tu voz, aunque el líquido amniótico amortigua y distorsiona el sonido, escucha tu voz y el latido de tu corazón. Ahora son su canción de cuna que le aporta seguridad en su desarrollo.
Durante esta semana, el estómago, intestinos e hígado están contenidos en la cavidad abdominal. Asimismo, los dedos de manos y pies están claramente formados y son muy flexibles. De hecho, en una ecografía 5D puedes ver perfectamente como el bebé se chupa el dedo o se lleva los pies a la boca, pequeños comportamientos que también realizará al nacer en sus primeros meses de vida.
Los dientes, tanto los de leche como los que sustituirán más adelante a estos, ya están ubicados en su cavidad bucal, bajo las encías.
¿Qué pruebas se realizan en la semana 20 de embarazo?
Esta semana tendrás cita con tu ginecólogo, donde se realizarán varias pruebas concluyentes del desarrollo del bebé.
¿Niño o Niña?
En este punto, aunque se puede saber el sexo del bebé desde aproximadamente la semana 14 de embarazo, en esta revisión te dirá el ginecólogo confirmará el sexo del bebé. Un momento especial para ti.
Ecografía morfológica
En esta ecografía, mucho más detallada que en revisiones anteriores, el ginecólogo observará con detalle toda la anatomía del bebé, para destacar posibles malformaciones.
La revisión revisará minuciosamente el estado de la placenta, cordon y líquido amniótico, además del útero y ovarios maternos. Por norma general, esta ecografía de la semana 20 puede durar entre aproximadamente de 30 a 45 minutos. Este tiempo puede extenderse debido a:
La posición fetal. Al feto no se le puede decir que se esté quieto, mirando para arriba y sin respirar y que luego haga lo mismo pero boca abajo. Dependiendo de cómo esté colocado, se pueden ver con mayor facilidad unas estructuras u otras. Por ejemplo, si está de espaldas a nosotros, veremos bien la columna vertebral, pero el corazón puede quedar parcialmente oculto por la sombra que hacen las vértebras. Por eso es tan importante que el feto tenga movilidad y espacio suficiente para que nos dé la oportunidad de verle en todas las proyecciones.
• Escasez de líquido amniótico. El líquido es un transmisor excelente de los ultrasonidos. Una cantidad de líquido amniótico adecuada es imprescindible para poder ver al feto con claridad. Por esta misma razón es necesario llevar la vejiga llena cuando se hace una ecografía ginecológica.
• Obesidad materna. Al contrario de lo que ocurre con el líquido, la grasa dificulta la transmisión ultrasónica. Además, el exceso de volumen abdominal hace que el feto quede demasiado alejado de la sonda ecográfica.
• Presencia de gas intestinal. El gas bloquea completamente el paso de los ultrasonidos. El gel que se aplica en el abdomen antes de empezar la ecografía tiene como misión eliminar el aire entre la sonda y la piel.
• Presencia de miomas u otras tumoraciones abdominales que pueden interferir con la visualización fetal
.
.
¿Qué detecta la ecografía morfológica?
En esta ecografía el profesional se centra en localizar:
- Detección de anomalías fetales. Gracias a la exploración pormenorizada de órganos y aparatos. Este es el objetivo principal de la ecografía de la semana 20 semanas.
- Estimación de las medidas fetales, su peso exacto y medidas del bebé, que ayudarán a calcular fecha prevista de parto. Esta ecografía puede complementarse con el Test Q. Prematurity, que facilitará una información mucho más precisa del riesgo de parto prematuro espontáneo, sobre todo en embarazos de riesgo. Así, planificar y controlar mejor el desarrollo del embarazo.
- Estimación del bienestar fetal. El ginecólogo evalúa los movimientos del bebé, respiratorios, el tono fetal, patrones de flujo sanguíneo placentario o cerebral, etc.
- En caso de detectar alguna anomalía, el profesional valora su trascendencia y orientarse hacia la necesidad de realizar otras pruebas (como la amniocentesis) o tomar decisiones más trascendentales.
¿Qué órganos del bebé explora la ecografía 20 de embarazo?
En esta ecografía se evalúa ciertas partes del bebé con mayor detalle, para detectar cualquier problema, como son:
Cabeza: evalúa la forma e integridad, dentro del cráneo se valoran las estructuras encefálicas (hoz del cerebro, ventrículos cerebrales, «cavum de septum pellucidum»), el cerebelo y la cisterna magna.
Cara: se explora de frente y de perfil, para valorar los labios, la mandíbula, la nariz y los ojos.
Tórax: hay que evaluar su forma y tamaño y el aspecto de los pulmones y el diafragma.
Corazón: se debe determinar su orientación, el corte de cuatro cámaras, las válvulas y tabiques, la salida de los grandes vasos y el retorno venoso. La ecografía Doppler color es opcional. Las anomalías cardiacas son las de más difícil diagnóstico. Sólo suele diagnosticarse una de cada tres.
Abdomen: el estómago se ve como una burbuja negra, más o menos grande dependiendo de lo lleno de líquido que esté. El hígado del feto es proporcionalmente grande y se identifica con facilidad. Intestino delgado y grueso. Los riñones están a los lados de la columna. A veces son difíciles de ver, sobre todo el izquierdo, que se camufla con el intestino. La vejiga urinaria, al igual que el estómago, aparece como una burbuja negra y se ve con mayor o menor facilidad dependiendo de la cantidad de orina que contenga. La pared abdominal, se debe recorrer en toda su extensión, haciendo especial hincapié en la zona de inserción del cordón umbilical.
Genitales externos.
Extremidades superiores e inferiores: con evaluación de los huesos largos y visualización lo más completa posible de manos y pies. Determinar la alineación del pie con la pierna.
Estudio detallado del tamaño, madurez y localización de la placenta: valoración de la inserción placentaria y fetal del cordón, de su longitud y del número de vasos que contiene. Estimación de la cantidad de líquido amniótico.